miércoles, 3 de febrero de 2010

Victoria

¿Qué dolor?
No hay dolor,
hay misterio.

Una lámpara alumbra el camino
Una nube te cubre del sol.
Maná,
Provisión del cielo para tu boca,
Un respirar tranquilamente seguro.

Almas unidas,
amor que bendice las rutas
de tu corazón y mi mente.

Te siento cerca,
Desconocidos segundos,
Una vida como remolino en tierra seca,
Que trae riqueza y aventura.

Sé que desconozco el por qué,
Sé que el amor es la salvación,
Sé necesarios mis pies
Para andar el camino.

Una batalla,
Listos para el grito de la lucha,
Valiente,
con el sol en la frente…

Puedes con ellos
Puedes contigo,
Podemos con todo.

Allá nos encontramos,
En una danza de gracia
Tu lágrima y la mía
Pueden un mar.

Sé que voy y que vienes,
pero no hace falta saber,
hace falta sentir,
liberarse, orar.

Llenar la copa del segundo
que carga una desconocida
realidad que ignoramos.

Revolución de amor,
revienta tu espacio,
deja manchas de brillantes colores y
desaparece cuando crezcan los muros.

Gelatina

Aquí.
empezar por hacer algo inconsciente,
pero pensable,
meditable.

En los soplos de tu ciclo,
abriendo y cerrando circunstancias.
Y el desenjaulo del alma
te pierde el amparo.

Y la raíces se ablandan
y no tenés nidos:
vuelan ahora
no sé en qué lugar.

Y no tenés frio ni calor
terminás teniendo nada,
volando en el todo…
y te perdés todo.

Querés aterrizar, volver…
Sentir tu cara sobre la almohada,
despertar al lado de tu amada,
Empacarte al vacío.