Es tarde,
aspiro mis plones cotidianos,
pienso en la mujer que soy,
en lo particular de mis procederes.
Repaso mis sueños, mi raíz, mi razón...
me alegro por la vida, pido perdón.
Quiero ser humilde con la existencia
que me agobia por momentos,
quiero oír las voces...
- Reposa alma mía-
Vertiginosas lentitudes
carrusel en las nubes,
caballos rosados,
de colores pasteles brillantes...
azul turquesa y violeta
suspendidos entre cielo e infierno
en cilindros dorados,
notas musicales alrededor.
De repente el cielo se torna negro,
rojos los caballos
y los relámpagos sordos de truenos
iluminan el estupor de la incertidumbre.
Qué paisaje agobiante
qué vaivén sin sentido,
qué estruendoso es el techo de esta nave
qué no solo es estruendo,
sino peligro a la merced del daño.
Pido mi guía, mi luz, mi sonrisa;
mi calma, mi corazón resplandeciente,
la sangre caliente y viva,
aprender mis errores,
perdonarme
y ser hábil
sin mancha y valiente.