jueves, 25 de agosto de 2011
Quiero contarte que estoy feliz
Decir que estoy feliz, que me siento feliz
Que he vuelto a sentir en mi pecho llenura
Se siente como fruto rojo maduro
que ensancha el pecho y
regala el rosa de la primavera.
Bendito sea este sentimiento
Bendita sea la dicha,
hermosa dicha que otorga el divino
al osado, al valiente
que intentó de la culpa librarse;
Feliz y esperanzado,
como hace mucho,
Anhelante y con fuego encendido.
Pequeña llama que arde con fuego constante,
fuego que abraza,
que al morir debe ser fulgurante
e iluminar con fuego en la luz del infinito.
Pequeños diamantes
joyas preciosas y caras;
vino, del más anejo y frutal,
de los mejores.
Tranquilidad de ataúd, blanco de linos
y sedas y maderas hermosas,
muchas rosas rosadas alrededor
en un campo pequeño
con dorados de aserrín y de sol,
verdes despampanantes
y un rojo brillante de terciopelo
coronando un hermoso funeral para el romanticismo;
funeral festejo
de la plenitud del amor que se espera,
Brillos y plenitud por doquier.
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