Tiempo

Cómo cambiamos...

El espejo de mis recuerdos me hace desconocer,
la bruma del pasado empaña mi presente
y no hay palabras en la quietud.

¿Qué permanece?
¿Qué es necesario?
¿Cómo configuro mi forma de acuerdo a mis sueños?
¿Podrán mis respiros traer la flor del tallo?

Llena de tabús.

Como la hoja seca de un árbol
devorada por el sol de atardecer,
como la esperanza misma del nuevo brote
que llega con la lluvia...
¿Cuándo vendrá la lluvia
a este árbol mediano y fuerte?

He sentido como la corteza
ha sido tejida por el tiempo,
el tiempo inclemente y egoísta,
el tiempo que se cree pariente de dios
y a su paso pareciera
que borrara quiénes somos.

Reinvento constante.

¿Cómo reconocernos?
¿Cómo no sentir que el tiempo es un ladrón
que tiene en su regazo
las partes de nosotros que mas amamos?

El Dragón

A veces toco tu amor
Como rozando un recuerdo dormido,
Como dragón de sueño profundo
que estremece
con sólo la posibilidad de despertar.


Debo tener cuidado,
No quiero despertar al dragón
Solo rozarlo.
Quiero sentir el peligro de su aliento
El recuerdo de la osadía, del ensueño,
Creatura mítica y peligrosa.

Es el recuerdo un dragón,
Es el amor la llama,
Y tu eres mi sueño.

Mi Tristeza y Yo

Mi tristeza y yo viajamos
vamos de aquí a allá,
nos paramos estáticas,
la una junto a la otra,
en el hilo fino que nos sostiene sobre el mundo.

Su abrazo enciende mi amor por ella,
Mi amiga enamorada, pero también yo su compañera loca.
Obsesionada, si vieran su cara,
Si pudieran sentir su llanto…
No hay cosa igual, no he conocido belleza tal.

Si sintieran lo que siente ella al ver el cielo,
Al sumergirse en el agua, al tocar la tierra…
Mi corazón canta, mi tristeza baila y le veo en éxtasis,
Se mueve al compás de las estrellas,
ella es luz blanca de destellos multicolor,
Ella es viajera bienvenida,
Es presencia sutil esperando siempre el mañana.

Es hija de la existencia, siempre me moja,
Viajamos juntas, vamos de la mano.
Me hace daño, se adueña de mi,
Me da alas para volar, pero regreso a ella.
Tan dentro de mi peleando con la desesperanza,
Tan tranquila, rebelde y solitaria.

El Juego

Voy creciendo en ti como planta erótica,
como hiedra,
Trastornando tus sentidos pero llegando a tu mente,
Clavándome allí con mis ojos
Y mis manos y mi música,
Con mi boca fresca de mujer adolescente,
Con mi manera suave y torpe de amarte.

Entre el cielo y el infierno,
Debo confesar que se está mas tranquilo en el cielo,
Aquí tengo mi casa, no me falta nada,
Soy hija preferida, he cultivado mi alma.

Hay risas ¡Por dios! seguro que me gustan las risas,
Hay colores. ¡Qué bellos son los colores!
parajes oscuros, profundas humedades,
adivinos y cristales,
Humo, niebla y vino.

Es la vida, soy humana
Es mi prueba, para eso habito la tierra.
Para llorar, para entender
Para aprender, para volar y olvidar.
Para caer, para sangrar, para gritar,
Para correr, camuflarse, jugar.

Para matar cuando haya necesidad y para amar en general,
Amar la calle, el cielo, al amigo, al desconocido,
Amar el error, amar el acierto, amar cuando falta, amar cuando sobra.
Amar con hambre, amar con abundancia,
Amar como fiera salvaje y como el rocío a la rosa.

Así puedo amarte u olvidarte…
Te aconsejo un juego sin sangre,
Porque aún no es tiempo de matar.

No importa

¿Qué puedes decir tú?
Nada sabes.
Nada entiendes de despertar o seguir dormido,
es todo una equivocación.

Nada entiendo;
sigue siendo un absurdo todo,
hasta tus ojos.
son tus ojos y tu boca el gran absurdo.

Es el tiempo incompasivo y venenoso,
mi historia muerta
cubierta en algas de olvido;
el desesperante despertar
que es tan esperanzador,
la patanería de existir día a día.

Yo no soy si no existo en ti.
me quedan cuatro retablos en los que encierro mi alma,
en los que aflora la ceniza,
en los que florece mi sangre,
en el que esperas la nada,
no importa.

Tu alma sagrada de armado valiente
morirá en combate
y valdrá la pena;
no te pareces a ellos,
no importa.

Confesiones

Es tarde,
aspiro mis plones cotidianos,
pienso en la mujer que soy,
en lo particular de mis procederes.
Repaso mis sueños, mi raíz, mi razón...
me alegro por la vida, pido perdón.

Quiero ser humilde con la existencia
que me agobia por momentos,
quiero oír las voces...
- Reposa alma mía-

Vertiginosas lentitudes
carrusel en las nubes,
caballos rosados,
de colores pasteles brillantes...
azul turquesa y violeta
suspendidos entre cielo e infierno
en cilindros dorados,
notas musicales alrededor.

De repente el cielo se torna negro,
rojos los caballos
y los relámpagos sordos de truenos
iluminan el estupor de la incertidumbre.
Qué paisaje agobiante
qué vaivén sin sentido,
qué estruendoso es el techo de esta nave
qué no solo es estruendo,
sino peligro a la merced del daño.

Pido mi guía, mi luz, mi sonrisa;
mi calma, mi corazón resplandeciente,
la sangre caliente y viva,
aprender mis errores,
perdonarme
y ser hábil
sin mancha y valiente.

Apocalipsis

Se acaba el mundo,
somos máquinas ahora.
Hay en los pechos y en las mentes
oscuridades indolentes,
tornillos, metales y carbón.

El plástico es oro,
las manos se extienden
para quitar y desgarrar.

No hay recompensa para los buenos corazones,
la belleza se vendió,
nos compraron las cabezas.

Ya ni hay palabras,
se cortan en el veneno del aire,
en la coraza que pusimos en el corazón.

No hay tiempos buenos,
plaga de zombies hablantinosos
vestidos de brillo,
aparentando que tienen vida,
que tienen algo...

Cabellos de látex,
caras inventadas,
miradas al acecho,
envidia y dolor.
La última plaga,
la peor.