Como un basurero es la cabeza , llegan allí a parar cualquier cantidad de elementos. Es necesario vaciar la papelera, reciclar, eliminar , escoger, limpiar.
Tener la mente brillante como espejo limpio; tranquila como el sonido del eco. Que no dejen de cantar las sirenas, ni de pasearse las hadas y los duendes. Transportarnos al universo abierto infinito, y pasearnos en cohetes furiosos de mil colores. Poder ver el blanco de la nada, cerrar los ojos.
Hay basura en la cabeza, chatarra de todas las formas, artefactos inútiles ocupando lugar. Se nos oxidada el cerebro. Naturalmente se guardan las cosas importantes, pero también se multiplican entre el desperdicio las ratas y cucarachas.
Callarse y reposar escuchando el sonido del mar, abrir paso a la libido: a cada placer su espacio preciso, a cada silencio el tiempo necesario. No hay que mancharlo todo con ruidos y voces. Cada quien lleve su equipaje, cada cual se encargue de su desorden. Todos tenemos un templo, respeta el jardín de tu hermano.
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