jueves, 10 de diciembre de 2009

De Aclaración

Si, te amo. Si, lo hago.
Te miro y encuentro agua fresca
para una sed desconocidamente mortífera,
encuentro lo que no busco, porque solo en ti se esconde,
Escondes en tus manos caricias de Dios para mi pelo,
guardas en tu piel el secreto que no me atrevo a descifrar.

No tienes que decirme qué es
No es necesaria la lengua,
pero si la tuya, pincel del renacimiento;
tu eres lo que necesito, sol de mis noches
péndulo de mi universo.

Sonrisa en mis pesadillas, santo cannabis;
llegada de mi viaje cansado,
aventura de colores, verano brillante;
tierra real donde duermen mis sueños,
Paraje en el camino con manjares y lagos de nepentes,
el mismo camino, tu eres mi camino mujer.

Y te sueño despierta y te veo cada segundo que no pasa,
porque no pasa el tiempo contigo,
porque pasa todo rápido.
Y nos quedamos tu y yo estancadas,
olvidadas, adentro, por siempre.
Un atisbo lúcido tuyo
de mi mano en tu cara,
y la desgracia que inventa el alma sana.


No sería mas sino dicha,
Sería menos que palabra que no pronuncias
con labios de ángel arrepentidamente sabio,
con tu cara, parecida al reflejo de un sueño de hada,
con tu ser, paraíso certero de mis anhelos.

Te amo.
Pueden caber tres silencios de luna,
una risa de duende,
cabe un conjuro celta,
la razón de lo que es;
pero, no cabe duda.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Caperucita

Porque abren victoriosos, dentro de mi sus celdas,

Cada uno de los ciegos que luchan por ser alaridos.

Aprovecharse de mi, de ti.

Reírse a carcajadas de sangre,

Mancharme la senda que diviso esperanzada.

Punzan mostrándome cada segundo,

que me desorienta tu habilidad de desconocerme.

Qué todo es un sueño, y menos que eso, una ilusión.

Qué fueron palabras que borró la borrasca que inventé.

Qué estoy sola con un aplastante superyó,

Con un Ello armado y que soy un ring

De inesperados golpes de muerte,

Que no muere sino cuando le da la gana.

Y qué todo esto, que la gente ve pasar disfrazado

de mujer medio blanca, medio nada

Y que se percibe en gritos…

No es más que ganas, No es más

que hoja que sirvió para contar

Otoños en un bosque que no quiso recibirla

Para calentar la morada en la que festejaban.

Qué cuándo quiero ser niña,

Sale esperado un lobo,

Con el que debo enfrentarme

Para que no me arrebate la canasta en la que

Guardo tibio el llanto del alivio.

Que quisiera, a veces, con una cruz clavada,

No ser mas lo que soy, ni lo que era.

Olvidar mi tristeza y saberme amada,

No depender de los giros en su revés fúnebres

De ti.

Y no dejar de saltar y bailar y tentar al lobo,

Mientras el tiempo perfecto me prepara.

Que no interfiera el desorden de abismo

Que no oculto ni con súplicas ardorosas,

Y que guardo o guardé

En una biblioteca vetada,

Que con tus caprichos de adulta vulneras.

Y que sea yo nada si no soy todo,

Que me escuche el Señor cuando callo,

Porque lo que digo y lo que dijiste no me pese más,

Y pueda darme alas.

Qué éste amor no me rodee más cómo púas,

Qué ésta entrega abnegada e incierta de mi por ti

No te dañe mujer, no me dañe.

Qué toda ésta fuerza que me asusta conocer,

Qué todo éste rayo que me hace un nombre,

no me pese si es una balanza de egoísmo la que juzga.

Y qué decidas a tiempo porque

Es todo ó nada.

Reflejo

Brota sangre de poeta dormido,

llena los ojos de esta musa olvidada.

Mas musa para si misma que para los genios,

llena del color de la muerte de narciso,

los cabellos de medusa

y las profecías de medea.

Confesiones

He querido cobijarme con hojas calientes de tu certeza,

Dormir en guarida amable, apaciguar mis miedos.

Domar la fiereza ingenua que me araña,

Cantar a mis revoluciones una canción de cuna…

He querido perderme,

Fundirme en tu pensamiento,

Caminar con juicio la senda que dibujaste para mi vida,

Colorearla de mis colores,

Que ojalá te gustaran.

He querido desaparecer los muros,

Volverme fluorescente,

Enterarme por un segundo que olvide al instante

Dónde comenzó todo,

Jugar al aire sujeta a tu abrazo…

He querido llorar hasta mojarte,

Con tu luz evaporarme y tomar forma desde tu pelo,

Contarte a los ojos qué es lo que no entiendo,

Aliviar mi angustia con tu soplo desierto…

He querido alcanzarte,

Posar mi mano en tu rostro, mi cara en tu pecho

Derramarme, el desborde absurdo de mi mente

Un silencio que me consuele….

He querido adorarte, que me escuches...

Cuéntame que piensas de mi,

¡Háblame!, no más olvido,

No más sin ti…

He querido aprender, enmendar,
Descubrir, ser más de lo que soy;

No me conformo,

Pido a gritos tu compañía,

Vuelo lejano en tu aliento.