jueves, 3 de diciembre de 2009

Fervor

Qué hacer con la cabeza cuando ella es la que hace contigo, qué hacer con el manto arrugado de la inestabilidad palpando tus pies, como quien palpa la entraña de una madre pariendo un negro pensamiento.
Caminas y ¿quién te ve?, das el paso y resbalas, te habían pensado una trampa. Te habían pensado el segundo infernal en el que lloraras por culpa. Te habían visto olvidada en el mundo de los placeres, dientes y garras que arrastras, hijos de la nada.
¡Cómetelo todo!, arráncalo con las uñas, mastícalo aún fresco, que la sangre recorra todos los recodos de tu cuello, baja por tu pecho lo sientes caliente… ¡destrózalo!. Que no quede nada, nada queda entre tus manos, tu boca está vacía.
Hierve, no hay imágenes, están las ganas que te comen… eres devorada ahora por ti misma. Sientes el sabor de tu carne roja, roja como lo que sueñas, roja como lo que sientes…

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